¿Por qué recibe ese nombre?
Aunque su nombre suene bastante, ¿peculiar? No podemos decir que no va al punto, y es que está compuesto por dos palabras que nos dan una idea sobre sus características, «mata» y «hambre». Bastante efectivo, sin duda alguna.
Sin embargo, dicho nombre varía según el país en donde vaya a elaborarse. Por ejemplo, si bien es cierto que en Argentina se conoce como «Matambre», para los españoles, costarricenses, guatemaltecos y salvadoreños, recibe el nombre de «falda».
Pero en Chile y Perú rechazan este término y prefieren denominarlo «malaya», una vez cocido. Mientras que los colombianos le dicen «sobrebarriga», los méxicanos «suadero» y los panameños «falda blanca». ¡Vaya enredo!
Historia
Para conocer la historia del Matambre debemos ubicarnos en la Argentina de 1800, momento en el cual dicho país surtía a Europa de carne de vaca; especialmente de un corte llamado «pistola», que estaba integrado por un cuarto trasero de res.
Algo bastante solicitado para ese tiempo, por lo cual los faenadores tenían muchísimo trabajo, dado que los cortes se realizaban manualmente.
¿Y cómo eran recompensados? Precisamente con cortes de carne sobrante, la cual, como puedes imaginar, era la zona inferior de la popular «pistola»: Una capa de fina carne adherida al cuero y costillar. Es decir, el actual matambre.
Mismo al que solo le bastaba estar unos pocos minutos en el calor del fuego para estar listo, y saciar el apetito del consumidor. Definitivamente, no era un mal pago para los faenadores Argentinos. ¿Y tú qué piensas?