Los omnipresentes sándwiches de miga (pequeños cuadrados de pan blanco ligero sin corteza) son alimentos básicos en las panaderías de todo el país, y ninguna mesa de buffet está completa sin una pila de estos.
Para los extranjeros acostumbrados a algo más grueso (es decir, un bagel de carne ahumada en los EE. UU), el pan de miga puede parecer poco. Pero recuerde, estos se disfrutan mejor como un refrigerio para la merienda (té de la tarde), no como un almuerzo abundante.
El relleno más común es, por un margen muy grande de jamón y queso. Su segunda opción será típicamente jamón y queso combinados con otro ingrediente: jamón y tomate, queso y aceitunas, entre otros.
Puede que suene simple, pero los sándwiches de miga son una comida clásica y reconfortante con sabor de hogar, y son tan apreciados tanto en suelo argentino como en el exterior.
Sin embargo, no hay forma de evitar el hecho de que un sándwich de miga malo puede ser terrible. Un descuido clásico es agregar lechuga húmeda para que el pan se suelte y se desintegre en sus manos. Este es siempre un momento triste para los amantes de los sándwiches.
No obstante, muchos lugares se preocupan por que sus sándwiches estén perfectamente cortados, y algunos incluso se vuelven más imaginativos con los rellenos.