
Se caracterizan por ser de masa dulce y esponjosa, algo amarillenta mientras que su cáscara es delgada, ligeramente tostada, acaramelada y crocante. Son preparadas en Argentina a partir de una combinación de masas austríacas, francesas e italianas que se fusionaron gracias a la inmigración europea.
Ingredientes
50 gramos de Levadura fresca
1 taza de Leche tibia
1 taza de Azúcar
50 gramos de Manteca cocida de vaca
2 Huevos
Ralladura de medio limón
500 gramos de Harina de fuerza
1 Huevo y azúcar para el acabado
Preparación
Paso 1 : Diluir la levadura en la leche ligeramente caliente. Agregar el azúcar, la ralladura, los huevos, la manteca derretida y la harina.
Paso 2 : Integrar los ingredientes a través de la amasada, hasta que no se pegue a las manos.
Paso 3 : Dejar reposar durante 1 hora hasta que doble volumen.
Paso 4 : Posteriormente, fraccionar en cuatro trozos, amasar y estirar dándole forma de rectángulo alargado. Cortar las facturas del mismo modo que haríamos con los croissants, triángulos que se enrollan desde la parte más ancha.
Paso 5 : Para las caracolas hacemos tiras de masa y las enrollamos.
Paso 6 : Dejar levar mientras el horno se calienta a 220 grados.
Paso 7 : Pincelarlas con huevo y espolvorear azúcar.
Paso 8 : Hornear hasta que hayan dorado, dejar enfriar sobre una rejilla.
Paso 9 : Listas para disfrutar en el desayuno o en la merienda.